Dark Souls I - Sacrificios humanos

Muerte ritual y canibalismo

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Para finalizar el comentario, realizo una análisis general sobre uno de los temas centrales del juego: el sacrificio humano.

Sacrificios humanos en la religión

Además de todo lo que hablamos en su capítulo sobre el Abismo, existe un tema común en los casos de Oolacile y Anor Londo. Ambos comparten una justificación estética relacionada con un relato fundacional de muchas culturas: el final de los sacrificios humanos.

La cuestión es que en los relatos míticos hay un punto en el que quienes devoran a los hombres son los dioses. La antropología interpreta que en este punto todavía se practican sacrificios humanos. En estas sociedades, a menudo el canibalismo se ve como una forma de arrebatar el poder de un enemigo caído. Sin embargo, en muchas culturas se produce un salto en el que los dioses dejan de aceptar estos sacrificios, como Zeus rechazando la carne de Pélope que le ofrece Tántalo, o Jahvé prefiriendo el sacrificio de un venado al de Isaac, por parte de Abraham.

Cuando se ha dado este salto, quienes devoran al ser humano dejan de ser los dioses y pasan a ser solamente los monstruos. El caníbal ya no es un guerrero, sino un animal. La parte del hombre que desea devorar al otro se representa como un monstruo: el hombre lobo, el minotauro o el ogro. Las sociedades que todavía la practican, se describen en poemas épicos como bárbaras o incluso no-humanas, como los lestrigones de la Odisea.

Sacrificio di Isacco
Giambattista Pittoni. Sacrificio di Isacco. 1715-1720. CC-SA, vía Wikimedia Commons.

Drenaje vital en Dark Souls

En Dark Souls, se describen dos maneras de arrebatarle el poder a otro individuo. El primero es robarle la humanidad, y el segundo robarle vitalidad. Esta es justamente la diferencia entre el drenaje de la Mano Oscura y el de los Cuatro Reyes. Puesto que hemos discutido ya que la humanidad es la fuente de la salud, y que en ambos casos se habla de drenaje vital, supondré que la diferencia es meramente mecánica y que en realidad se trata del mismo fenómeno.

Si entendemos que el drenaje vital responde a la estética de la antropofagia, es fácil ver los casos de Oolacile y Anor Londo como lo dicho antes: relatos que condenan el canibalismo y los sacrificios humanos. Los habitantes de Oolacile trajeron la catástrofe sobre sí al profanar una tumba para devorar a otro ser humano. Los habitantes de Anor Londo cayeron en desgracia cuando sus reyes y caballeros –los Espectros Oscuros– comenzaron a drenar la vida de los demás.

Y no es que haya que rebuscar para establecer esta relación entre el drenaje vital y el canibalismo o el sacrificio humano. Veamos qué objetos para la absorción de vida aparecen en el juego:

Sinbad the sailors third voyage. Encounter with a man-eating giant.
Henry Justice Ford. Sinbad the sailors third voyage. Encounter with a man-eating giant.. 2012. Public domain, vía Wikimedia Commons.
Ulyssis socios deuorat Polyphemus
Antonio Tempesta. Ulyssis socios deuorat Polyphemus. 1606. CC0, vía Wikimedia Commons.

Qué plantea Dark Souls sobre los sacrificios humanos

El haber hecho del personaje de Smough, el verdugo, un caníbal, es muy significativo. Los últimos residuos del sacrificio humano a los dioses es el sacrificio de los criminales a la justicia, o en su defecto, el sacrificio de los inocentes a la ley: la pena de muerte. En continuidad con nuestra justificación estética, el verdugo no llega a considerarse como un monstruo al estar contenido en la sociedad, pero sigue despertando el rechazo de los demás.

Podemos decir, por tanto, que cada una de las armas mencionadas conlleva un tipo distinto de sacrificio: el asesinato (Cuchillo de Carnicero), la muerte ritual (Servidor) y la pena de muerte (Martillo de Smough). ¿Por qué le interesa al juego tocar este tema?

Pues bien, el sacrificio humano es lo que conduce la trama central del juego. La profecía del no-muerto elegido termina con un sacrificio al fuego. Como dije en la introducción, Dark Souls elige sus imagenes con cuidado. Y al igual que la estética de la cremación está por todas partes, su contrapartida de quemar a los vivos es vital en toda la obra. Toda la trama es la preparación del sacrificio que extienda la alianza con la luz.

Y tratando de analizar las alternativas, parece que el juego no las ofreciera, en realidad. Prolongar la Edad de Fuego requiere de más sacrificios humanos. Comenzar la Edad Oscura implica lidiar de nuevo con Kaathe y los Espectros Oscuros. ¿Es posible un futuro sin sacrificios humanos? Dark Souls nos plantea que no. Si retornamos al inicio de nuestro análisis, a la filosofía de Heráclito, recordamos que el cambio es lo único inmutable; que el cambio se produce por la lucha y unión de opuestos; que por esto, el padre de todas las cosas es la guerra. La guerra es un gran fuego de sacrificios humanos, donde la civilización se ve obligada a reconstruirse, como en el ciclo del fuego.

En su filosofía, Dark Souls no ofrece una solución para el fin de los sacrificios humanos, pero sí demuestra una clara conciencia de cómo empiezan y cómo los justifican quienes los perpetran.

Gwyn concept art
Gwyn concept art.