Leer anterior « » Leer siguiente
En esta parte, comento, a partir de la crítica de Nietzsche a la filosofía, las presentaciones de la inteligencia y la fe que hace el juego, a través de sus mecánicas y de sus personajes.
Inteligencia
En Dark Souls, el estudio de la magia está directamente relacionada con la inteligencia. En este sentido, los personajes más inteligentes del juego probablemente son Logan y Seath el Descamado, que se embarcan (uno detrás del otro) en la búsqueda de la inmortalidad, a través de la comprensión de la naturaleza de los dragones antiguos.
La actitud del juego hacia estos personajes coincide claramente con la crítica de Nietzsche a la filosofía a partir de los eleatas (la escuela fundada por Parménides) y Sócrates. Según el pensador alemán, estos filósofos momifican
la vida, poniendo la verdad inmutable del Ser en el centro de su estudio, en lugar de poner la vida y la belleza. Para Nietzsche, los filósofos que tratan de comprender una verdad inmutable son realmente los locos.
Los Dragones Antiguos inmutables son como el Ser inmutable de los eleatas. La cristalización en Dark Souls es análoga a la momificación descrita en el Ocaso de los ídolos. Logan termina por volverse loco y el juego llega a ridiculizarlo de una manera muy teatral al desnudarlo en los Archivos del Duque. Seath, acertadamente representado ciego, es descrito como un verdadero no-muerto, distinto de los no-muertos del resto del juego, porque su búsqueda del Ser inmutable es lo verdaderamente opuesto a la vida. Nietzsche salvaba a Heráclito de sus críticas, por haber entendido que la vida se mueve por la lucha de los opuestos en un devenir eterno. Seath, Logan e incluso Gwyn, son personajes que no entienden esta realidad y por eso los que se acaban volviendo locos.
Conviene, en este punto, señalar la diferencia entre la locura de Seath y Logan con otro tipo de locura con que se puede confudir: la locura Lovecraftiana del contacto con horrores más allá de la propia comprensión. En el juego existe un camino alternativo para el contacto con la verdad de los Dragones Antiguos, precisamente a través de su propio pacto, que no parece afectar a la cordura de sus seguidores.
Fe
La fe está relacionada con la devoción a los dioses. Si no hay dioses, tenemos que entender la fe como la mera fuerza de voluntad del individuo para sostener una creencia sin poder evidenciarla. En un mundo definido por la disparidad, podemos considerarla también la alternativa opuesta a la inteligencia. Nietzsche sentía un menor desprecio por algunas formas de religiosidad que aceptaban la imposibilidad de comprender la verdad y la aceptación del dolor como parte inevitable de la vida. En el juego, la fe se sitúa a la misma altura de la inteligencia, porque también le da poder a los individuos, y llega a presentar con especial cariño al máximo exponente de esta cualidad: Solaire.
El caso de Solaire es interesante, al comparalo con Logan. En la mayoría de las partidas, este personaje se volverá loco, igual que el mago, por motivos muy similares. De hecho, estos son de los pocos (si no los únicos) personajes humanos que enloquecen sin volverse huecos, lo que ya nos sugiere que tienen algo que ver. Pero, a Solaire, el juego nos da la posibilidad de salvarlo y ayudarle a cumplir su propio objetivo en la vida.
Además, el juego nos revela que incluso en Lordran hay maneras en las que la fe y la inteligencia se relacionan intrínsecamente. Las deidades de Velka y Gwyndolin (en quien se presentan varias maneras de la convivencia de los opuestos) parecen representar las partes de fe que hay en la inteligencia y viceversa. Las herramientas de Velka facilitan el uso de los milagros a personajes con inteligencia alta, y las de Gwyndolin, el uso de hechizos a personajes con fe alta. Ambos tienen algo más en común: a través de sus respectivos pactos, componen un sistema común de aplicación de la ley. Esto tiene mucho sentido; la moral y la ley están íntimamente relacionados y a menudo provienen de un encuentro entre la fe y la razón.
Pero hay una diferencia aún más significativa entre la inteligencia y la fe, que nos revela la profundidad conceptual con la que han tratado ésta en el juego. El juego hace la distinción entre “mágico” y “encantado”, donde lo segundo aprovecha aún más la inteligencia del jugador para potenciar el daño de sus armas. Es una progresión consecutiva, digamos: lo uno sigue a lo otro. No obstante, la misma versión de esta posibilidad para la fe es “divino” y “oculto”, donde lo segundo aprovecha más la fe, pero se define en términos conceptuales como lo distinto a lo primero. Donde lo divino se alinea dioses, lo segundo se usa en su contra, incluyendo a algunos de los minijefes (caballeros negros) y jefes (Ornstein, Gwyn) más duros del juego.
El arma para enfrentarse a los dioses es una versión más fuerte de aquello que se requiere para creer en ellos: la voluntad de creer. Se me ocurren dos posibles interpretaciones sobre esto:
- Por un lado, entender que lo oculto es sólo una fe más fuerte que aquella que nace de las instituciones y las jerarquías, y que es capaz de destruirlas por el beneficio de una verdad superior.
- Por otro, entender lo oculto como la fe radical y extrema, que trasciende los ídolos y acepta que todo sistema de conocimiento está sostenido por la voluntad de creer, lo que le da al individuo un mayor poder.
Y hay motivos para suponer que la segunda interpretación es la más acertada. Cuando hablabamos de Solaire, dijimos que es posible salvarle de la locura. ¿Pero cómo? Hace falta matar al parásito con forma de sol que, si escapa con vida, poseerá la mente del caballero de Astora. Si conseguimos esto, sabemos que Solaire se dirigirá al Horno de la Primera Llama para enfrentarse a Gwyn. La muerte del parásito es la muerte del falso ídolo. El camino de Solaire de encontrar un sol se transforma en el camino para convertirse en su propio sol, derribando a los ídolos que llegó a adorar. Para ello, no le hace falta nada más que su propia determinación, como nos revelan las descripciones de su equipamiento.
En la siguiente parte haré un breve comentario sobre cómo el juego trata el tema de los sacrificios humanos, de manera sutil pero sorprendentemente consistente.